Wesley Sneijder continúa atónito cada vez que piensa en su primera noche en Milán. El internacional holandés dejaba atrás meses de incertidumbre en el Real Madrid, club del que se iba definitivamente en el verano de 2009.
Tras jornadas de intensa negociación, Inter y Real Madrid llegaban a un acuerdo definitivo el viernes 28 de agosto. Ese mismo día, Sneijder cogía un avión para conocer a sus compañeros en la concentración de Appiano Gentile. El equipo de José Mourinho preparaba a conciencia el derbi contra el Milán que tendría lugar al día siguiente.
El entrenador portugués acudió a recibir a Sneijder. Lejos de formalismos y tras un fugaz saludo, José Mourinho pronunció unas palabras que quedaron grabadas para siempre en la memoria del holandés: "Tú juegas mañana. Titular. Desde el primer minuto. Confío en ti, confía en que vas a ganar el derbi".
"Yo no me lo quería creer. Ni siquiera había entrenado una vez con mis compañeros", confiesa el centrocampista. Sneijder no oculta los sentimientos de aquel encuentro inolvidable: "Pensé: 'Mierda, éste es grande, ¡grande!'". Las primeras palabras de Mourinho insuflaron toneladas de moral a su nuevo fichaje.
El Inter goleó al Milan por 0-4 con un protagonista de excepción, Wesley Sneijder. "Creo que firmé uno de los mejores partidos de mi carrera. ¡Era como si jugase desde siempre con el Inter y como si Mourinho fuese mi entrenador desde hacía muchísimos años!", comenta el holandés antes de reconocer que el portugués ocupa un lugar de excepción en su corazón.
Sneijder asevera que ese fin de semana vivió "un thriller real" y, sobre todo, que aquella muestra de confianza catapultó su carrera deportiva. "Todo lo que ocurrió después, todo lo que ganamos juntos, es consecuencia de aquel día", confirma el futbolista, para luego regocijarse en aquella frase que le proyectó a los altares del fútbol mundial: "¡Tú juegas mañana, confío en ti!".
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