sábado, 10 de diciembre de 2011

Barza venció 3-1 al Real Madrid en el Bernabéu

Benzema abrió el marcador al 1’, pero los catalanes le dieron vuelta con goles de Sánchez (30’), Xavi (52’) y Fabregas (65’).
Triunfo de una filosofía. Cuando un estilo de juego mantiene la naturalidad y evoluciona con el paso del tiempo, los resultados avalan la coherencia. Barcelona es superior al Real Madrid no solo en los resultados sino en la base de su juego, en la coherencia de explotar a sus canteras y producir jugadores hechos a la medida de su sensacional forma de encarar un partido.

Y hoy el Santiago Bernabéu fue nuevamente testigo de una clase de fútbol por parte del equipo de ‘Pep’ Guardiola. El encuentro tuvo un inicio fulminante del Real Madrid. A los 23 segundos y tras un error en salida de Valdés, Benzema aprovechó el regalo y puso el primero.

A partir de ahí el Madrid en los primeros 20 minutos manejó el trámite del encuentro. Presionó bien al Barza y no le dejó tener la posesión del balón ni utilizar las zonas útiles de la cancha. A los 30 minutos llegó la sensacional jugada de Messi. Apiló a tres rivales, le cedió la pelota a Sánchez y el chileno la mandó a guardar.
Con el empate, el Barcelona empezó a utilizar la tenencia de la pelota para atacar y defenderse. En el inicio del segundo tiempo, el Madrid salió confundido y el Barza empezó la natural circulación de la pelota y premio a eso llegó el segundo. Xavi aprovechó la fortuna del error para marcar, su disparo chocó en Marcelo e hizo inútil la estirada de Casillas.

El tercer gol fue una oda al fútbol. Messi aprovechó la confusión en defensa del equipo de José Mourinho y le cedió el balón a Dani Alves, el brasileño centró y Fábregas, una creación de la cantera catalán, sentenció el partido. Así se pone de manifiesto que la capacidad de mantener con coherencia un estilo de juego permite al Barcelona ser de lejos, el mejor equipo del momento.

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